
Mi bebé, mi pequeño retoño, mi ilusión, mi mundo de Fantasía michaelendelesca. Su gestación fue luminosa, encantadora, llena de ensueños, belleza, y arrebatos de melancolía.
Rondaba el año 1506, el frío nos calaba los huesos, las ropas pesaban y nuestro corazón fue uno. Logré transformarme en Juana de Castilla durante la preparación de este trabajo de final de grado (TFG). Llegué a sentir sus celos, los arrebatos, la cólera y la frustración de un amor convulso. Ella tenía a Felipe de Habsburgo y yo tenía el mío (a mi manera). Nos separaban 508 años de espacio y tiempo que no servían en absoluto, Juana y yo eramos una misma persona durante el último curso de carrera en 2014.
Esto es lo que pasa cuando amas lo que haces, que atraviesas un imaginario camino bordado en oro. El resultado final simplemente es una consecuencia de todo ese proceso, lo importante es sentir esa sensación de plenitud al aprender e investigar lo que más te apasiona, en mi caso los tapices flamencos. No hay dudas, no existen juicios lo suficientemente duros que puedan tambalear tu proyecto, no hay horas, ni tiempo ni espacio.
Eres tú y la forma más bonita de ti, aquella que salta de tu <<yo>> para zambullirse en la aventura de <<otro>> personaje, para aprender a través de la memoria de otro humano.
Aquí os dejo uno de mis trabajos más preciados, del cual me siento más orgullosa de haber vivido a lo largo de su desarrollo.
Un comentario sobre “Frescos móviles del norte”